Acabo de recibir la comunicación de la publicación de los nuevos Best Lawyer correspondientes a la edición de 2025, y estoy orgulloso de poder decir que, un año más, los compañeros se han acordado de este humilde letrado.
Como sabréis, las votaciones para este premio se realizan entre colegas de profesión: conocidos, aliados o rivales; que con nuestros votos proponemos a quienes consideramos los más capacitados de acuerdo con los resultados del año en curso. Es algo así (aunque con menos glamour) que los Oscar de Hollywood. La mecánica es prácticamente la misma.
Desde 2014 que recibí el Premio por la categoría de «Litigación», convirtiéndome así en el primer premiado sin despacho en capital de provincia, he venido recibiendo el reconocimiento de mis compañeros; tanto en esta labor como en otras especialidades que se han ido uniendo con los años.
Es para mí un placer compartir que este año 2025, el reconocimiento se produce en ese área específica de Litigación y, además, en Derecho Civil, Derecho Penal, Derecho Laboral, Contencioso-Administrativo y Derecho Inmobiliario.
Desde luego, ni soy ni me considero el mejor en ninguna de estas áreas de especialidad. Lo tomo como un reconocimiento al trabajo diario en los casos de mis clientes; con la satifacción doble de saber que tal reconocimiento viene por parte de otros que, como yo, nos aplicamos en la práctica del Derecho.
Para mí, no hay mejor premio que el que se desprende de una sentencia. La gente que acude a un abogado lo hace siempre con problemas muy serios. Muy graves. Cualquier cosa que ayude a crear confianza es de agradecer. En este caso, es confianza en uno mismo. Gracias, compañeros, por reconocer mi labor.