Un centro se ha sumado a la postura, vamos a decir, “negacionista”. Se trata de una Residencia – Centro de Día de Gipuzkoa que ha decidido negarse a vacunar a sus 40 usuarios.
Se lo ha comunicado por carta a los familiares de los residentes y, al ser un Centro de Día, los usuarios pueden recibir la vacuna en sus Centros de Salud; pero, aun así, ¿no se les está negando un derecho?
Con la Ley en la mano, no se les está negando el Derecho. Pero sí se les está negando una posibilidad.
Pero siendo la vacuna voluntaria, tampoco entendemos que las convicciones de las personas que dirijan el Centro tengan que imponerse sobre la voluntad o sobre la posibilidad de los pacientes.
¿Y puede existir en este tema la objeción personal?
Puede existir, pero es que precisamente es eso: es individual y es personal; no puede ser del grupo o del propio Centro.
Debería existir la posibilidad. Ya veremos cómo se trata en los próximos días. Para que quie quiera, no es obligatorio, pero quien quiera; tenga la posibilidad de poder vacunarse.
Se da la circunstancia de que es un Centro concertado. ¿La Diputación podría obligar a la Residencia a vacunar a sus usuarios?
La Diputación lo que ha dicho es que la próxima semana se podrá en contacto con el Centro e intentará recabar más información y las razones que llevan a la Dirección a manifestarse en este sentido.
Bien es cierto que en estos momentos los Centros de Día no están incluidos. Lo están las Residencias y los Centros de Salud; por lo que difícilmente podrá la Diputación obligar a que en este centro se ponga la vacuna.
Otra cosa es que le pueda llevar a reconsiderar la concertación que tiene con ese centro.
En un sentido más amplio, ¿hay alguna norma por la que los Centros de Día puedan ofrecer la vacunación?
No hay ninguna norma que sea coercitiva. Lo que dice el Plan de Vacunación, en este momento, es que las personas mayores tienen que tener la posibilidad de poder ser vacunadas de forma prioritaria.
Si existe otra opción no hay una medida para poder forzar a un Centro a hacerlo.
Pongamos que hay un residente que dice: “Yo no quiero que me la pongan…”
No tiene por qué. La vacunación no es obligatoria.
Lo que sí se ha hablado es recoger en un registro las personas que se han vacunado o las que no; con las consecuencias que se deriven después. Pero es una cuestión personal si las personas quieren ser vacunadas o no.