Extradiciones y los “pactos entre caballeros” con EEUU

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El pasado viernes se hacía público que el 25 de febrero de 2020 comenzará el juicio de extradición del fundador de Wikileaks a Estados Unidos donde se enfrenta a 18 cargos, entre ellos, el de difusión de material secreto. Es poco probable que el Tribunal Británico le dé la razón al australiano.

El Reino Unido con las extradiciones tiene un procedimiento curioso desde hace varios años. El Ministro del Interior firma un documento cuando otro país solicita la extradición de la persona que está en el Reino Unido, y lo único que tiene que comprobar es que esos cargos por los que se le acusa tienen fundamentación jurídica. Después, durante el procedimiento ya se determinará si existen esas penas y en qué grado. Suele ser un procedimiento bastante largo, ya que como no podía ser de otra manera, la persona interesada va a utilizar todos los argumentos posibles que la ley le permita.

Cuando finaliza este procedimiento y si el tribunal Británico estima que si existen esos delitos y los tipifica, queda de nuevo en manos del Ministerio el tema de la extradición.
De todas maneras, en este momento ya no se puede negar, dado que la postura del Ministro es más ceremonial, únicamente tiene que dar el “plácet”, el visto bueno, para que se produzca la extradición.

Las acusaciones por espionaje pueden alcanzar en Estados Unidos condenas muy duras, incluyendo la pena de muerte, aunque la ley británica sostiene que no habrá extradición a países que tengan la pena capital salvo que éstos aseguren por escrito que no la aplicarán. En ese caso específico, tiene “asegurado” que se libra de la pena de muerte pero no de pasar unos cuantos años en prisión. Este acuerdo es un “pacto entre caballeros”, se trata de una declaración de intenciones, firmado y por escrito.

De todos modos, más adelante y una vez extraditado, cuando se continúe con el procedimiento en EEUU, puede existir una revisión de las penas y se modifiquen las decisiones adoptadas en territorio británico. Es difícil que esta situación se dé por presiones políticas, por cuestión de imagen, etc. pero no sería la primera vez que esta circunstancia ocurriese. Existe un compromiso previo por evitar la pena de muerte, pero el alcance del mismo es relativo.

En la audiencia preliminar que se celebró el viernes el acusado defendió que WikilLeaks “no es nada más que un medio de comunicación”

De esta manera, se intenta confrontar el derecho a la libertad de expresión, de comunicación y de conocimiento de países que han sido espiados frente a la denominada “razón de estado”.

Desde la aprobación de la Ley de Extradición en el Reino Unido 33 personas han sido extraditadas a Estados Unidos. Se negó la extradición de un hacker porque podía suicidarse y, por tanto, haber violado su Derechos Humanos. En el caso que nos ocupa esta todo abierto, ya que el fundador de Wikileaks ha estado 7 años en una embajada extranjera y sus abogados pueden alegar que prácticamente ha hipotecado su vida, que existe riesgo de suicidio, e incluso la posibilidad de que le asesinen.

Puedes escuchar la intervención completa en el programa Más que Palabras de Radio Euskadi

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