El perjurio y la tacha del testigo

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Después de varios retrasos, esta semana ha dado comienzo del juicio por el asesinato de Diana Quer. Un caso especialmente mediático, y no solo por la gravedad de lo que le ocurrió a esta joven de 18 años en el verano de 2016. Recordamos que Diana Quer desapareció cuando regresaba sola a su domicilio en A Pobra do Caramiñal, y que apareció 497 días después en el fondo de un pozo de una localidad cercana. Su asesino confeso, José Enrique Abuín, alias “El Chicle” se enfrenta ahora una petición de pena de prisión permanente.

En este caso, vamos a centrarnos sobre el papel de los testigos, dado que uno de ellos ha cambiado el testimonio a la hora de declarar en el tribunal y eso nos genera algunas dudas que vamos a intentar aclarar.

El testigo en cuestión afirmó su momento, en la primera declaración, que había escuchado gritos de “déjame en paz” durante la madrugada de la desaparición. Sin embargo, al declarar en el juicio ha afirmado que pasadas las 12:00 de la noche se tomo unas cervezas y fumado unos porros, yéndose a dormir alrededor de las 2:00 de la mañana por lo que no recuerda lo sucedido.

¿Un testigo no debe mentir y el acusado puede hacerlo?

La persona acusada puede mentir, pero el testigo esta bajo juramento siempre, durante la instrucción como posteriormente en la celebración de la vista.

¿Que pesa más legalmente: la declaración formal y jurada o la declaración ante el tribunal?

Cual pensamos legalmente, en nuestro régimen legislativo, las dos son igual de concluyentes. Sin embargo, lo que ocurre cuando una declaración es distinta de la otra es que nos encontramos con una veta, con una salida, sobre todo para los abogados para intentar desvirtuar la declaración que menos les conviene. Por lo que puede ser unas de las razones que puede llevar a un testigo a cambiar su versión en un juicio.

Existen muchas razones para que un testigo cambie su declaración, desde que se le haya ofrecido una cantidad de dinero, que puede parecer una razón prosaica pero muchas veces se llega a acreditar, hasta que exista un interés por una de las partes y decir que ha pensado mejor su declaración. Por ejemplo, la esposa del chicle cambió la declaración y reconoció que había mentido. En la fase de investigación aseguro que la noche del asesinato estaba con él en casa, y en el juicio indicó que no lo recordaba.

¿Se podría enfrentar a algún cargo por mentir en aquel momento?

En este caso no, porque el código penal recoge una modificación del año 2015 en el artículo 458 y lo que dice: “si una persona en tiempo y forma se retracta de testimonio que realizó su momento durante la instrucción, y eso no tiene consecuencias para la persona que está siendo investigada, quedara exenta de cualquier tipo de responsabilidad”

Se debe tener en cuenta que para nada es ético, que un abogado asesore a su defendido para que mienta y evidentemente se podría hablar de falso testimonio. Suponiendo unas penas superiores para abogados, procuradores, peritos judiciales…

Los abogados con sus clientes deben dialogar no sobre lo que se va a decir, sino como se va a decir en una vista.

¿Qué consecuencias puede tener un cambio de versión de un testigo en un juicio, pueden invalidarlo?

Invalidarlo no, pero lógicamente puede cambiar totalmente el desarrollo de la vista, si solo tenemos un testigo importante porque ha sido la persona que estaba allí y ha podido ver lo ocurrido, si cambia totalmente su versión o varía a favor del investigado. Estos cambios tan drásticos suelen ocurrir en casos de “ajustes de cuentas”. Puede que un testigo en un primer momento en la fase de investigación haya indicado con pelos y señales quien había disparado y después en la vista no recordara si tenía la pistola y para que se pueda hablar de falso testimonio o perjurio, se debe demostrar que esa contradicción es relevante para llegar a un resultado distinto en la vista.

Lógicamente, si un testigo ha cambiado su testimonio en varias ocasiones se le puede desacreditar como tal y vetarle para prestar declaración, se le desacredita como testigo, lo que se denomina la “tacha” del testigo. Este término lo que viene a indicar es que el testigo tiene una credibilidad ciertamente “minada” por lo que su testimonio puede que no se tenga en cuenta en este y en otros procedimientos.

En el caso de Diana Quer, parece que ninguno de los testigos estuvo presente y únicamente estaba la víctima y el asesino, por lo que únicamente se puede escuchar la versión del acusado, con carácter individual. Aunque se están realizando triangulaciones con los teléfonos móviles del acusado y los testigos para esclarecer si alguno de ellos si estaba en el mismo sitio.

Desde luego, la víctima en este caso no puede dar una versión, por lo que lo que se tiene es una versión periférica por parte de los testigos y el investigado, que puede ser admitida con carácter individual siempre que se cumpla una serie de condiciones. Además el estado del cuerpo impide que se realice una autopsia más exhaustiva.

Dar muerte a otra persona es lo máximo que le puedes hacer, pero en este caso de cara a la prisión permanente revisable, una de las figuras que es relevante es que haya habido algún tipo de agresión sexual con carácter previo al fallecimiento en una situación de desvalimiento para la víctima. En este caso es lo que se intenta acreditar, dado que sumándolo a los diferentes delitos del investigado la pena sería mayor y podría dar lugar a la prisión permanente revisable.

Lo que ocurre es que el acusado, en su última versión que ha realizado hace pocos días en sede judicial, ha indicado es que no ha habido un asesinato, sino que le apretó “un poco más de la cuenta” en el cuello y por tanto, de manera inconsciente pues, se provocó el fallecimiento de Diana Quer.

Aunque existen varias pruebas que indican que eso no fue así, y varias contradicciones en sus declaraciones. Dado que indico que la víctima le había visto robando combustible y por eso la ataco, cuando queda acreditado que señores que estaban en la feria trabajando ese día en A Pobra do Caramiñal no notaron ninguna falta de combustible, con lo cual su coartada también se ve fallida.

Igualmente, se deberían tener en cuenta los intentos de agresión y/o secuestro del investigado a otras víctimas anteriormente a lo sucedido en este caso. Han declarado testigos que indican que este hombre trato de meter forzaba una chica en el maletero del coche e incluso las declaraciones de mujeres que se sintieron intimidada por él.

El trabajo del abogado en ocasiones es muy complicado, a veces deben tratar con personas que uno no sabe cómo tratar.

Puedes escuchar el programa completo de Más que Palabras (Radio Euskadi 17/11/2019).

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